top of page

En Vichuquén, doña SUSANA CALQUIN CALQUIN asegura que bordar es una pasión que nace desde muy joven. Largas horas de dedicación se suman al tiempo dedicado desde que surge la idea, hasta ver concretada una pieza útil y decorativa para el hogar. Para ella es una experiencia única, tardes sentada frente al bastidor y de fondo la suave brisa y rumor que deja escuchar la pasividad de Vichuquén, el pueblo donde creció y que la inspira.

 

"Tenía unos 16 años y mi mamá me decía: 'Te vas a quedas ciega, niña'. Ahora me cuido; no trabajo más de 6 horas al día e intento no hacerlo de noche porque se me cansa mucho la vista. El problema es que para mí bordar es como un vicio, me entretiene y distrae mucho. Además, con mi hijo siempre hemos vivido de mis cojines", cuenta.

"Domino varios puntos -tallo, festón, relleno, cruzada, espina de pescado, rococó y puntada rellena-, pero creo que nunca dejaré de aprender porque me encanta sacar puntadas de las revistas, y mi hijo siempre me está bajando patrones de Internet para que pueda desarrollar nuevas propuestas".

Del proceso creativo y laborioso surgen cojines, cubrecamas y otros accesorios que decoran, abrigan y contienen, luego de una agotadora jornada laboral.

Fuente

http://suartesana.blogspot.com.ar/

Revista Vivienda y Decoración

bottom of page